Para el segundo álbum de Vetusta Morla, Mapas, tuve ocasión de hacer las fotos de promoción. Como fotógrafo me interesaba retratar a los músicos y también la posibilidad de generar una imagen estética que representara a la música en sí. Desde mi punto de vista, las fotos de promoción son un formato más de expresión artística en el que se pueden contar cosas, se puede hablar de la música, de la filosofía del grupo.
En definitiva, se trata de un lugar en el que se puede crear arte y establecer una conexión subjetiva con el público. Aunque la realidad de la industria discográfica suele ser otra, tienen unos cánones y códigos muy establecidos por los que en su gran mayoría requieren y exigen siempre fotografías en las que se vea y reconozca claramente a los miembros del grupo. Yo la verdad es que no entiendo por qué tenemos que ver a la persona si de lo que estamos “hablando” es de su música.
Las letras de Vetusta Morla están construidas a base de conjuntos de frases enigmáticas, que no te dan respuestas, que, es más, logran que te hagas más preguntas. Son sugerentes, misteriosas…
Traté de trasladar eso a las instantáneas. Planteé distintas propuestas de imagen, jugando con esa limitación del retrato, pero tratando de crear unas imágenes que se vincularan más con la música.
El resultado es este punto medio: hay fotos con los seis miembros de la banda y fotos en las que jugamos un poco más.
A modo de curiosidad, decir que el efecto de la primera foto se consigue colocando tela de un mosquitero salpicado con gotitas de agua delante de la cámara; y el de la cuarta y sexta fotografía, colocando un adhesivo que tiene el mismo efecto que el cristal esmerilado.
Cliente: Pequeño Salto Mortal.
Creatividad: Álvaro León.
Fotógrafo: Álvaro León.
Ayudante de fotografía e iluminación: Pablo Mangiarotti.
Producción: Keloide Laboratorio Audiovisual.
Vestuario: Antonio Nuñez.
Maquillaje: Hell.
Año: 2009.